El otro día estaba pensando que en ningún sitio en la Biblia se nos dice que vayamos a hacer iglesia, la Gran Comisión es "ir y haced personas discípulas". Quizás estemos empezando la casa por el tejado. Primero creamos una estructura de programas y actividades centradas en un lugar y día concreto (al que acabamos llamando iglesia) y desde ahí es que tratamos de hacer personas discípulas. ¿Qué tal si nos centramos en el discipulado y nos olvidamos de todo lo demás? ¿Acaso no formarán estas personas de manera natural la iglesia? ¿Y si empezamos a basar nuestros esfuerzos en lo que contribuye a establecer el carácter de Cristo, en vez de lo que ayuda a establecer lo que mal entendemos por "iglesia"? Quizás el empezar la casa por el tejado es lo que nos lleva a que a veces las cosas sean tan ortopédicas, a que la iglesia esté tan descontextualizada, a que tengamos tan poca variedad en formas fuera del modelo convencional y a que las barreras relacionales entre personas...