Una de las herencias que obtenemos de nuestro estilo de liderazgo actual es la desvirtuación de la palabra ministro.
No son pocos los cristianos que usan hoy esta palabra para referirse a la posición que ocupan dentro de su comunidad cristiana o aun a su profesión, sin embargo ministro desde la cosmovisión bíblica es sinónimo de siervo, y siervo en el Nuevo Testamento es una buena definición de lo que significa ser un seguidor de Jesús.
Algunos, entendiendo lo dicho anteriormente, diferencian en medio de los cristianos al ministro del ministro a tiempo completo. Este último es el que recibe un salario por parte de la comunidad para realizar una función determinada.
No tengo ningún problema con que en una comunidad cristiana se decida mantener económicamente a algún miembro por alguna razón. Como familia apoyamos a hermanos que se sustentan de donativos y ofrendas. Sin embargo, reconozco como un error llamar a tales hermanos ministros a tiempo completo, ya que sospecho que al hacerlo estamos mostrando que escondemos un dualismo peligroso y un mal entendimiento de la espiritualidad integral.
Creo que este tema está relacionado con el mal uso que hacemos de la palabra secular. Basicamente secular significa "separado de Dios" y los cristianos a menudo nos precipitamos para definir nuestros trabajos como seculares, si estos están fuera de la agenda de la comunidad cristiana.
Sin embargo, un cristiano es alguien que ha hecho a Jesús el Señor de su vida, y eso implica convertirnos en sus siervos. Nuestras vidas le pertenecen, y nosotros buscamos obedecerle y agradarle cuando estamos reunidos con nuestros hermanos, cuando estamos en medio de la familia, en el vecindario, en el trabajo, disfrutando del ocio y si, también cuando tenemos sexo (Cuando digo esto en ambientes más carismáticos no falta un ¡Aleluya!, y no creo que sea desacertado).
Lo que trato de decir, es que nuestro servicio a Jesús, nuestra adoración, es un estilo de vida como bien sabemos, que debe abarcar las 24 horas de los 7 días de la semana. Si estamos en terreno secular, es decir, en un lugar "separado de Dios", es porque nos hemos salido de nuestro cometido, pues como dijo Francis Schaeffer, "nada es secular excepto el pecado" y la esencia del pecado es esa actitud en la que decidimos vivir diciendo "Dios no te necesito".
Es por ello, que quiero proponer, desde aquí dos cosas:
- Sin importar cual sea tu profesión, si Jesús es el Señor de tu vida, te invito a tener claro que eres un ministro a tiempo completo.
- Si eres una persona que recibes tu sustento económico de la comunidad cristiana, por favor, no digas que eres un ministro a tiempo completo para explicar tu situación específica a otros cristianos, más bien trata de aclárales que ellos lo son también.
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