Jesús ha entrado en este proceso a través del cual la muerte da vida. Tras su muerte es que pudo experimentar la resurrección y gracias a que murió hoy podemos recibir su vida abundante.
Sin embargo, Jesús nos invita a entrar en ese proceso, por ello nos invita a tomar nuestra cruz cada día. Somos salvados en nuestra muerte, y en la medida que morimos a nosotros mismos es que encontramos la VIDA con mayúscula.
Estaba pensando en que muchos hoy declaran que la Iglesia está muriendo, lo dicen porque las estadísticas dicen que la asistencia a los cultos dominicales en Europa decrece, o porque han visto a obreros asalariados que se plantean buscar un trabajo que les sustente, o algún edificio que acaba abandonándose debido a falta de fondos económicos. Fue curioso para mi, ver como en el norte de Europa muchos edificios de iglesias habían sido convertidos en tiendas o discotecas. Ante esta realidad, muchos están dedicando mucho sudor con tal de reavivar lo que parece que no está funcionando en muchos lugares.
Tengo muy claro que la Iglesia no está muriendo, sino nuestra manera de entenderla, sin embargo, pensemos que sea la iglesia o no, el saber que la muerte es necesaria para que surja la vida nos ayudará a librarnos de hacer el papel que solo le corresponde a Dios: quitar y dar la vida. y nos ayudará a ver el futuro con esperanza, pues sin muerte no veremos resurrección.
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