
Sostengo que para ello, necesitamos una revisión contextual de las figuras de los ancianos en el Nuevo Testamento y un reconocimiento de que Constantino, el mundo empresarial y nuestra cultura consumista no nos han ayudado a una interpretación bíblica correcta de lo que significa el liderazgo bíblico. Con razón muchos son incapaces de pensar en el liderazgo fuera de títulos y posiciones privilegiadas de índole jerárquica, ese que produce efectos secundarios como el dualismo clero-laicado y el consumismo religioso.
Os dejo con el artículo que aporta a esta conversación: http://protestantedigital.com/magacin/38670/Liderazgo_misional
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