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Construir Una Iglesia en Cádiz

Richard Foster, en su libro "Alabanza a la Disciplina", nos habla de la necesidad de meditar acerca de los asuntos sociales. El dice que esta disciplina se lleva a cabo con un periódico en una mano y una Biblia en la otra.

Esta mañana, estaba escuchando las noticias mientras desayunaba; se hablaba de un barrio en la provincia de Cadiz, donde muchas personas están manifestando su desacuerdo con respecto a que se construya una "iglesia" en el lugar. El motivo que algunas personas daban en los medios de comunicación, me pareció razonable: "ya vamos a otras iglesias de la zona cuando queremos rezar y en ese lugar hace más falta otro tipo de instalaciones de las que carecemos como un centro de salud".

Imagino que detrás de estas noticias, hay otros intereses de tipo ideológico y político, que a veces, no es fácil de evaluar y considerar a simple vista. Pero en mi caso, mi mente se fue de inmediato a la idea, que las personas de este barrio, tienen de la iglesia: "un lugar para rezar". Parece que dicha idea no satisface otras necesidades más generales. La idea predominante es: "está muy bien para los que quieren rezar, pero estos son unos pocos y por otro lado, todos, los que rezan y los que no,  queremos un lugar para que nos atiendan al nivel de la salud, así que mejor un Centro de salud y que los que quieran rezar sigan haciéndolo en las muchas iglesias alrededor del barrio".

He de confesar que esta imagen de la iglesia vuelve a entristecerme y me pregunto de nuevo: ¿cómo explicar a esta gente que es en verdad la iglesia?. Se me ocurre algo:

Reunir la iglesia en ese barrio para ayudar a todos los vecinos a que sus necesidades básicas sean atendidas. Si es verdad que necesitan un centro de salud, que buena oportunidad de que la iglesia se ponga del lado de su prójimo y sea la voz de muchos y mostrarles así que la iglesia no es un edificio para que unos pocos puedan ir a rezar sino un cuerpo vivo que está comprometido con Dios en transformar un mundo lleno de necesidades. Además, estar al lado de los que tienen necesidades debería ser a lo que nos llevara nuestras reuniones y oraciones.

No estoy diciendo que la iglesia no haga esto, solo que tenemos que hacerlo con la suficiente fuerza y constancia como para cambiar de una vez por todas la imagen de la palabra "Iglesia".

Dios nos ayude a ser la Iglesia, que cuando la gente la nombre, lo que venga a sus mentes sea al mismo Jesús y su ministerio y no un lugar para unos pocos.

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