Si hay algo que no vas a encontrar en Raíces son métodos, sin embargo, en cada módulo podrás trabajar en aplicar los principios universales del discipulado bíblico a tu contexto específico. El libro es un curso bien completo y muy adecuado para los que son autodidactas, además ofrece recursos adicionales externos a través del ministerio Especialidades Juveniles, donde podrás acceder a clases interactivas, hojas de trabajo, mapas mentales y otros recursos que te ayudarán a la asimilación del contenido.
Aunque la portada y los términos están enfocado al ministerio juvenil y aunque algunas partes del libro describen áreas concretas de este colectivo, he de decir, que Raíces es una herramienta excelente para todo el que esté interesado en implementar un modelo de discipulado más relacional y orgánico, basado en procesos en vez de eventos, independientemente que estés discipulando a niños, jóvenes, adultos o ancianos.
Félix Ortiz, Annette Gulick y Gerardo Muniello poseen una gran experiencia en la formación de discipuladores juveniles, de hecho, han formado y siguen haciéndolo en la fecha, a miles de líderes en América y Europa. Sylvia, mi mujer, y un servidor, nos sentimos en gran manera influenciados por el ministerio que desarrollan Félix y Annette junto a sus respectivas familias, y muy privilegiados de las oportunidades de servir junto a ellos en Europa y Latino América. Es por tanto desde la experiencia personal con el material que ofrecen y el contacto directo con unas vidas que respaldan sus enseñanzas, que puedo recomendar Raíces como un manual práctico de gran relevancia para cumplir con la Gran Comisión en medio de las nuevas generaciones.
Si alguien quiere servir en la formación de nuevas iglesias y se pregunta como, yo le recomendaría que se hiciera con el manual Raíces, y lo trabajara en profundidad en un espíritu de oración con las personas a las que acompaña espiritualmente, pues el llevarlo a la práctica nos llevará a la emocionante aventura del discipulado, que por cierto es como la iglesia crece (con personas siguiendo a Jesús). Es desde la misión de hacer discípulos que nuestra eklesiología debe tomar forma de manera natural, permitiendo una estructura ágil que nos facilite la continuidad del discipulado al estilo del Maestro.
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